Bolívar jugó anoche su mejor partido en lo que va del año; que no haya logrado traducir esa actuación en su clasificación a la próxima fase de la Copa Libertadores de América es otra cosa y no tiene que ver con lo que hizo en Chile, sino con no haber logrado un buen resultado en el partido de ida.
La derrota en Miraflores (0-1) del pasado jueves pesó y mucho, fue la que finalmente eliminó al cuadro boliviano del torneo de clubes, no así el empate (0-0) que anoche firmó frente al chileno Unión Española.
Bolívar supo sobrellevar —y eso no puede dejarse de lado— las condiciones adversas con las que llegó al encuentro en Chile: la principal fue esa caída inesperada en el Hernando Siles, que lo había conminado a ganar a como dé lugar en el lance de vuelta; la otra, la baja de sus dos delanteros titulares, porque tal vez hubiera sido diferente con dos hombres de punta como Zé Carlos y Ferreira. Es que se sintió su ausencia en la resolución de las jugadas.
A pesar de esas adversidades Hoyos planteó bien el encuentro. Encontró, sobre todo, la manera de generar volumen ofensivo y por eso Bolívar no fue un equipo metido atrás apostando sólo al contragolpe, sino que jugó de igual a igual —posiblemente obligado por las circunstancias— y con esa actitud rozó la hazaña. Al menos le alcanzó para haber luchado hasta el final.
Fue un partido para cualquiera. Porque también hay que reconocer que Unión Española perdió demasiadas opciones de gol en la primera mitad. Si embocaba alguna habría cambiado radicalmente la historia.
Bolívar comenzó dando demasiadas ventajas defensivas. Sus rivales gozaban de espacios y formas para desequilibrar la doble línea propuesta por la Academia, además que individualmente funcionaron bien Ligüera, Cordero y Monje. Ellos tres y Jaime parecían ‘endiablados’, difícil para los celestes pararlos.
Por eso antes de que se cumplieran los primeros 25 minutos los ‘españoles’ ya se habían perdido tres situaciones claras. El conjunto nacional recién respondió con un disparo —a los 26’— de Álvarez, con destino al ángulo izquierdo, pero el arquero tuvo buenos reflejos y evitó la caída.
Ahí comenzó a recomponerse Bolívar (a descomponerse Unión Española), a tener confianza (más allá de que a los 28’ Leal ejecutó una notable definición, ‘colgó’ la pelota dejando en el camino a Argüello, pero ésta pegó en el travesaño). El partido se abrió y las pocas amarras se soltaron. La mejor chance de Bolívar la tuvo Gomes, después de un pase de Nacho, pero el brasileño remató muy cruzado.
La Academia se animó más en el segundo período. Por una parte logró controlar a los hombres más peligrosos del rival; por otra, jugó más cerca del área de Unión Española e hizo que rondara el gol que necesitaba al menos para empatar la serie. Un tiro libre de Cardozo (12’), que Writh atajó; y un cabezazo de Álvarez, devuelto por el travesaño (17’), acercaron a Bolívar al gol.
Pero cuando mejor jugaba vino la expulsión indiscutible de García, por doble amarilla, que influyó, más allá del esfuerzo colectivo de sus compañeros para que no se notara. Que también pudo perder, es cierto, a través de un par más de situaciones generadas por Ligüera.
Bolívar luchó y eso tiene su valor porque al menos minimiza el dolor de la caída final. Y no fue sólo actitud, sino que mostró un equipo con noción de fútbol, algo que no se le había visto en los cotejos ligueros y ni siquiera en el encuentro de ida por la Libertadores. Anoche saltó a escena algo más fuerte, un aliento como para que Hoyos y compañía sigan creyendo que van por buen camino.
Destacado - Leonardo Monje
Un jugador con gran habilidad con la pelota, fue el que más desequilibró anoche a la zaga de Bolívar. Le faltó el gol para sellar su buena tarea.
El árbitro - Bien
Carlos Amarilla estuvo muy bien en jugadas que podían ser polémicas, acertó en todas. La roja a García, por doble amarilla, es indiscutible.
Los datos
Un jugador con gran habilidad con la pelota, fue el que más desequilibró anoche a la zaga de Bolívar. Le faltó el gol para sellar su buena tarea.
El árbitro - Bien
Carlos Amarilla estuvo muy bien en jugadas que podían ser polémicas, acertó en todas. La roja a García, por doble amarilla, es indiscutible.
Los datos
Más firme
Para Marcos Argüello fue una prueba de fuego la de ayer, sobre todo porque jugando en La Paz no había sido tan exigido. Anoche, en Chile, mostró lo bien ubicado que es en la custodia del arco y fue una de las figuras de Bolívar.
Destacados
Otro que jugó bien fue Rudy Cardozo, el mejor de Bolívar entre los jugadores de campo. Destacó por su habilidad para desequilibrar al rival. También jugó en buen nivel Lorgio Álvarez, subió y casi anota un golazo.
Para Marcos Argüello fue una prueba de fuego la de ayer, sobre todo porque jugando en La Paz no había sido tan exigido. Anoche, en Chile, mostró lo bien ubicado que es en la custodia del arco y fue una de las figuras de Bolívar.
Destacados
Otro que jugó bien fue Rudy Cardozo, el mejor de Bolívar entre los jugadores de campo. Destacó por su habilidad para desequilibrar al rival. También jugó en buen nivel Lorgio Álvarez, subió y casi anota un golazo.
García, el ‘rey’ de las rojas
Nacho, expulsado
No es el Ronald García de otras épocas. No sólo le está faltando fútbol, también le está sobrando brusquedad. Ya le ocurrió en el clásico paceño: dos amarillas y adiós. Y lo propio ocurrió anoche, dos faltas fuertes que le costaron la roja. A él y a Bolívar, perjudicado por su capitán.
Dos bajas más
A Bolívar también le persiguieron anoche las lesiones. Primero fue la de Abdón Reyes (esguince de rodilla izquierda) y luego la de Marcelo Gomes (se luxó la clavícula izquierda). El brasileño fue a dar a la clínica para ser sometido al tratamiento de rigor. Ninguno jugará el domingo ante San José y Gomes se perderá al menos cuatro semanas.
El regreso
La Academia volverá hoy al país, cerca de mediodía. El plantel continuará concentrado para afrontar el partido de pasado mañana. Es probable que tampoco pueda contar con Álex por una inflamación en una rodilla.
Lorenzo Carri
Un gris empate
Pudo pasar cualquier cosa. Pudo ganar el local en la primera etapa pero le faltaron diez centavos para el peso. Pudo ganar Bolívar —hubiese bastado un gol, aunque llevara a la incógnita de los penales— y pudo ser lo que fue, un empate con sabor a poco.
Nacho, expulsado
No es el Ronald García de otras épocas. No sólo le está faltando fútbol, también le está sobrando brusquedad. Ya le ocurrió en el clásico paceño: dos amarillas y adiós. Y lo propio ocurrió anoche, dos faltas fuertes que le costaron la roja. A él y a Bolívar, perjudicado por su capitán.
Dos bajas más
A Bolívar también le persiguieron anoche las lesiones. Primero fue la de Abdón Reyes (esguince de rodilla izquierda) y luego la de Marcelo Gomes (se luxó la clavícula izquierda). El brasileño fue a dar a la clínica para ser sometido al tratamiento de rigor. Ninguno jugará el domingo ante San José y Gomes se perderá al menos cuatro semanas.
El regreso
La Academia volverá hoy al país, cerca de mediodía. El plantel continuará concentrado para afrontar el partido de pasado mañana. Es probable que tampoco pueda contar con Álex por una inflamación en una rodilla.
Lorenzo Carri
Un gris empate
Pudo pasar cualquier cosa. Pudo ganar el local en la primera etapa pero le faltaron diez centavos para el peso. Pudo ganar Bolívar —hubiese bastado un gol, aunque llevara a la incógnita de los penales— y pudo ser lo que fue, un empate con sabor a poco.
Fue tan flaca la producción del local, especialmente en la segunda parte, que un Bolívar con diez (Ronald García, tres partidos, dos rojas…) estuvo a milímetros del triunfo.
A los veintitrés del primer tiempo, cuando nada lo hacía presumir, un formidable remate de Lorgio Álvarez, desde lejos, asustó al arquero Whirt y pareció tocar a un desdoblado Unión Española (del uruguayo Ligüera hacia adelante, rápido y peligroso. De Villagra hacia atrás, lento y muy indeciso).
Pese a las llegadas de los rojos locales (conté por lo menos cuatro acciones de gol, entre ellas la de Leal que rebotó en el travesaño bolivarista) no fue un calvario para nuestro representante. Porque al margen de aquel remate de Álvarez, hubo una acción de Marcelo Gomes que recibió solo, no miró al medio y remató cruzado con relativo peligro. Y porque el empate se mantenía, como un primer peldaño.
Argüello y Álvarez atrás, Flores movedizo, y Cardozo, levantando la cabeza y moviendo la pierna zurda, eran algunas de las cartas de la esperanza.
Esa esperanza celeste (y la ilusión de ver fútbol) se fue esfumando con el paso de los minutos: pero quedó constancia con el magnífico tiro libre de Cardozo que salvó Whirt y con el cabezazo de Álvarez (otra vez) que salvó el poste de los chilenos, que Bolívar tenía ganas y que Unión Española no podía.
Con los problemas que el equipo nacional ha mostrado en casa, pero con una dosis estimable de voluntad —cosa no siempre suficiente como se volvió a demostrar anoche— Bolívar fue más que el equipo rojo.
Unión Española pasó de ser un elenco desdoblado a un elenco desorientado y, salvo dos ocasiones seguidas de Ligüera, no hizo nada más, se enredó en los centritos, en los choques y en la mediocridad. Así y todo, sacó la lotería.
Fuente: La Razon..!
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